This article has been translated from English to Spanish.
El anonimato en las criptomonedas te permite enviar y recibir activos digitales sin tener que revelar tu identidad real a la otra parte de la transacción, ya seas el remitente o el destinatario de los fondos.
Cuando abres una cuenta bancaria tradicional, el banco te exige que presentes información de verificación de identidad, como tu nombre, número de seguridad social, dirección y, posiblemente, un documento de identidad emitido por el gobierno.
Fuera de las plataformas centralizadas de intercambio de criptomonedas (CEX), que tienen los mismos requisitos de identidad y verificación de identidad que los bancos (Know Your Customer, KYC), puedes enviar un pago en criptomonedas a otra persona sin tener que compartir ninguna de esa información con esa persona o con el servicio de criptomonedas que utilizas para realizar el pago.
Solo las dos partes involucradas en una transacción pueden saber quién está al otro lado de la transacción.
Tu identidad permanece oculta, tú sigues siendo anónimo y los activos digitales se envían a cualquier persona con una dirección de monedero, en cualquier parte del mundo, sin que ningún intermediario te pregunte qué estás enviando, cuánto estás enviando, a quién se lo estás enviando y por qué.
Aunque tu identidad permanece oculta, no todo lo relacionado con la transacción es anónimo y está oculto.
Debido a la naturaleza pública y permanente de la mayoría de las cadenas de bloques, la transacción en sí se almacena en línea, «en la nube», en la cadena de bloques, para siempre, a la vista de cualquiera.
Los detalles de las transacciones son visibles, como las direcciones del remitente y del destinatario, qué se envió, cuánto, a qué hora, cuánto costó en comisiones y cuánto tiempo tardó en verificarse la transacción, pero las identidades de los propietarios de las direcciones permanecen ocultas.
Todas las transacciones que realiza una dirección de monedero son visibles para el público.
Este nivel de transparencia es lo que hace que la mayoría de las criptomonedas sean seudónimas, en lugar de completamente anónimas.
La naturaleza anónima de las criptomonedas, aunque no es perfecta, fue uno de los primeros casos de uso para los primeros usuarios de la Dark Web.